Pensiones

Nota publicada en El Pulso Laboral, sección Opinión por Ricardo Martínez.
Lea la nota en su fuente original

La Reforma de 1997 que creó el Sistema Afores ordena que para tener derecho a la pensión mínima garantizada se requieren 1250 semanas de cotización y por lo menos 60 años de edad para los asegurados Afore puros (los que empezaron a cotizar con la Ley que creo las Afores) o tener el capital suficiente en la cuenta individual para generar la pensión mínima garantizada.

Los derechohabientes a quienes aún les aplique la Ley de 1973, ya que cotizaron bajo ese régimen, tendrán derecho a pensionarse bajo la regla de 500 semanas de cotización y por lo menos 60 años de edad. Esta pensión es de aproximadamente 40% del salario base de cotización de los últimos 5 años, siendo el promedio real de las pensiones de esa Ley entre $4,000 y $8,000 pesos mensuales. Este esquema le cuesta al Gobierno Federal, junto con las carteras de jubilados de PEMEX, CFE e IMSS (los únicos que se jubilan con 100% de su salario integrado y que aumentan con cada revisión de los CCT), aproximadamente 850 mil millones de pesos, cantidad que conforma la mayor deuda del Estado Mexicano.

Existen 66 millones de cuentas individuales, de las cuales solo 21 millones están activas. Se consideran inactivas las cuentas que dejaron de recibir aportaciones por más de tres meses consecutivos. Es importante tomar en cuenta que muchos trabajadores iniciaron a cotizar teniendo entre 30 y 40 años de edad. Para el 2021, 75,000 asegurados Afore puros llegarán a la edad de retiro y de ellos solo 5 tendrán derecho a la pensión

En virtud del actual panorama de desempleo, la inestabilidad del mercado laboral, la falta de estabilidad en el trabajo y los bajos salarios, el crecimiento desmesurado de la informalidad, en conjunto con las graves crisis que hemos sufrido en los últimos 25 años, el 76% de los asegurados Afore puros no tendrían derecho a una pensión por no cumplir con los requisitos obligatorios por ley para obtener una pensión, ya sea que no cumplen con las 1,250 semanas de cotización o no tienen el capital suficiente para generar la pensión mínima garantizada que es aproximadamente de 3,274 pesos al mes. Hay que tomar en consideración las graves crisis que hemos sufrido en los últimos 25 años, aunado a que las Afores han invertido gran parte del capital en bonos de Gobierno y las altas comisiones, ya que estos factores provocan que las cuentas individuales no tengan el capital suficiente para generar por lo menos la pensión mínima garantizada, por lo que es necesario reducir las semanas de cotización para que se otorgue la pensión mínima garantizada.

En consecuencia, de lo anterior, en lugar de cobrar una pensión, los derechohabientes tendrán derecho a retirar el capital de su cuenta individual. Esto significa que dicho capital probablemente se agotará rápidamente y estos derechohabientes no contaran con una pensión para su vejez, lo que presupone un grave problema social y económico para la población mexicana.

Bajo este esquema, es importante la existencia de la Reforma en materia de Pensiones bajo los siguientes términos:
Reducción de las semanas de cotización forzosa para el retiro de 1,250 a 750.
Aumentar la cuota patronal de 5.50%en forma gradual hasta un 13.875% del salario base de cotización para la rama de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez. Este aumento iniciara hasta el 1 de enero de 2023 hasta el 2030.
Las comisiones de las Afores no deberán ser superiores al 1%.
Las comisiones que cobran las administradoras de fondos para el retiro (Afore) que operan en México (0.98 por ciento en promedio) no deberán ser superiores a las observadas en otros países en la misma etapa de desarrollo o antigüedad de los sistemas de contribución definida.

La Reforma es absolutamente necesaria para evitar un grave problema social y humanitario. Con esto se espera que la pensión mínima garantizada sea del 0.70% del Salario Mínimo General, que cubre el Ingreso Mínimo de Bienestar. El aumento a las cuotas se hace obligatorio para poder otorgar en el mediano plazo las pensiones a los trabajadores, tomando en cuenta que entramos en la etapa de vejez de nuestra población. Dejamos de ser un país de jóvenes para ser un país de viejos que requieren de una pensión para vivir.