México quitará todo ese sindicalismo de mentiras: especialistas

Nota publicada el 8 de febrero en El Economista, sección Empresas por María del Pilar Martínez.
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Los recientes procesos sindicales son una clara muestra de la actividad que habrá en las empresas para dar cumplimiento a la reforma laboral de 2019 y al capítulo laboral dentro del T-MEC, pues se espera que México cambie para quitar a todo ese sindicalismo de mentira, expusieron especialistas laborales.

Entrevistados por los especialistas expusieron que se mantendrá la “efervescencia sindical” en General Motors, cuyo proceso no ha concluido; lo que implicará un cambio en la industria automotriz, respecto a la contratación colectiva.

Manuel Fuentes, abogado laboral, expuso que “lo que ocurrió en General Motors es un oxígeno a la esperanza de los trabajadores, sobre todo por la comunidad sindical, y por la observancia internacional, pues de esta manera es como se pueden dar cambios y mejoras en los contratos colectivos de trabajo”.

Destacó que el más de medio centenar de empresas que hay en el país y que dan empleos directos o indirectos cercanos al millón de personas, obviamente, “da una idea de la importancia de por qué Estados Unidos alega que esto ha significado pérdida de empleos para ellos y en México, pues lo que se observa es que esta gran industria tiene que lograr que haya realmente salarios dignos para los trabajadores y buenos contratos colectivos de trabajo”.

Asimismo, destacó que la reforma laboral también amplía la libertad, incluso para la “no sindicalización”, se pueden presentar casos en General Motors “en el que los trabajadores prefieran no afiliarse. La propia reforma laboral propicio en el artículo 110 la posibilidad que el trabajador le pida al patrón no pagar ningún tipo de cuota sindical. Aunque la reforma laboral por un lado apoya un tema de democracia sindical, pero al mismo tiempo permite el debilitamiento de los sindicatos, y ese escenario doble permite que se abra una puerta grande donde se incrementen el número de trabajadores que no quieren sindicalizarse”.

En tanto, Ricardo Martínez prevé que “haya en el país un sindicalismo más fuerte y los patrones tienen que afrontarlo y ser mejores patrones, dar mejores condiciones de trabajo y los sindicatos a representar con fuerza a agremiados sin matar a las empresas porque sino nos vamos a quedar sin empleo”.

Añadió que “el caso de General Motors es un muy claro ejemplo de la aplicación de la reforma laboral colectiva. Primero, perdieron la legitimación con el voto del más del 60% que dijeron que ya no querían ese contrato colectivo ni a ese sindicato, y ahí te das cuenta que se transmite ahora el derecho de asociación a los trabajadores; pero también se ve claramente la injerencia de Estados Unidos, se metió mucho ahí con las ONG y también se ve claramente la injerencia de sindicatos de izquierda y del nuevo sindicalismo”.

A su vez, Germán de la Garza de Vecchi, socio Líder de Servicios Laborales en Deloitte México, añadió que “el proceso de General Motors es interesante que ha roto paradigmas, se ha contestado que hay un nuevo sindicalismo, por lo que más que nunca la decisión de los trabajadores dentro de una organización tiene más peso que nunca. Esta nueva forma de legitimar contratos colectivos, también va a generar un reequilibrio de las fuerzas sindicales del país”.

Este proceso marca una nueva realidad en México, y es señal de los nuevos tiempos en materia colectiva en el país.